jueves, 18 de diciembre de 2008

Peces del garruchal.

Se dan circunstancias
en las que es difícil
expresar con palabras
toda una noche.

Pero los que tenemos
una ciega fe en la suerte,
confiamos en encontrar
los vocablos exactos.

Y solo la casualidad
podría haber traído
una canción apropiada
para ese momento.

Lo demás ya es
hablar por hablar.
Conceptos, verborrea,
matices, matices, matices.

Risas,
nocheviejas,
gofres,
trayectos.

Aunque, sobre todo,
una nueva óptica
de la ciudad que
hoy nos atrapa.

Que luego nos hayamos
levantado con noticias
devastadoras, o
sensaciones encontradas

o jaques a escondidas
no significa absolutamente
nada. Porque ayer nunca
podrá ser cambiado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Desafiando el oleaje sin timón ni timonel,
por mis sueños va ligero de equipaje sobre un cascarón de nuez.