Analicemos la praxis
(no a las teorías)
del ajeno individuo.
Moverse nocturnamente,
incautarse de elementos,
esgrimir acordes.
Las risas de los ascensores
a horas lamentables.
El kiosko de Traperías.
Esas escapadas
(abanicos de la Vuelta)
que recuerdan al verano.
Volver de más allá
del tercio de Ronda
a mi piso.
Acciones impensables
hace unos instantes.
Realidades del momento.
Insostenibles calidades
del que busca algo limpio.
Algo lúcido, universal, poético.
viernes, 21 de noviembre de 2008
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1 comentario:
Jajajajaja!! k bueno, sobre todo risas en los ascensores, risas y risas. Poema: esa terrible sensación de volver a casa con las manos vacias y los ojos llenos. Un AbrazooO. Pendiente otra noxe!!
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