viernes, 2 de enero de 2009

Lo complicado del calendario.

Pasa siempre. Por culpa del cambio de año a muchos se nos rompe la línea espacio-tiempo y nos perdemos. Y es por eso que, hasta que no digiramos bien este nuevo año que ha entrado, muchos todavía nos hallamos perdidos allá por 2008.
Además, sucede que se da la circunstancia especial de que abunda un sentimiento general de desprecio hacia el nuevo año, una sensación de rechazo y un pensamiento de que nada importante ni bueno va a acontecer de aquí al 31 de diciembre. Es lo que suele ocurrir después de las cosas excepcionalmente buenas, que luego las menos buenas, nos parecen todas malas.
Yo de momento me muestro escéptico, en la incertidumbre. Tal es así, que no sabía muy bien como empezar esta nueva andadura. Es imposible predecir nada, así que vamos a darle los 100 días de rigor al nuevo, para ver si es capaz de ganarse un sitio en la historia. Mientras tanto, seguiremos viviendo en 2008, ya que 2009 no nos ha dado, de momento, "motivos para creer".

No hay comentarios: