Cuando uno se da cuenta de que la vida un martes puede ser ciertamente "rose", que nuestros mayores siempre serán más jóvenes que nosotros ante la adversidad, que quedan miles de kilómetros por recorrer y que las buenas compañías son infinitas, solo puede decir una cosa:
"Cuack."
O quizás dos:
"Cuack, cuack."
domingo, 8 de marzo de 2009
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1 comentario:
Pues CUACK entonces.
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