A diez mil pies, cuando es de noche
y ves las nubes por encima del hombro
y las turbulencias te impiden escribir,
comienzas a ser consciente de todas las idioteces que estás sobrevolando.]
Son las tantas de la mañana,
vas de vuelta a una España que no quieres
y te sientes bien jodido.
Sensaciones. Puro divertimento de los estados emocionales.]
Decir lo que otros ya han dicho y que nada ha conseguido cambiar]
te parece una soberana estupidez.
Por eso, como no quieres callarte, hablas de lo importante por fin.]
Los problemas del mundo son del mundo.
Tú estás más preocupado de quien se sienta a tu lado,
quien vive contigo en Murcia
o aquel que una vez te tendió una mano cuando la necesitabas de verdad.]
Y al mundo que le jodan,
para eso estás diez mil pies por encima
de cualquier problema.
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