[Anywhere, but no here]
Sangra el himen de Europa, sangra
la corteza en este árbol milenario.
No son los buenos tiempos de Nietzsche
capaces de oscurecer la Historia.
Carthago dejó de cruzar los Alpes,
no le interesa ya la desvencijada Roma.
Las revoluciones burguesas de serie
se pasaron de moda en el diecinueve,
los hijos del juego de pelota
son los nuevos reyes del continente.
No temen, porque no perderán la cabeza.
Al sur, África obtiene su venganza.
Por fin puede reír las desgracias
de los victimarios.
Luego estamos los otros,
los gallegos de Argentina,
los vascos de Catalunya,
los catalanes de Euskadi
y los demás que hablamos español.
Nosotros no sangramos,
nada tenemos que ver con la culta, superior y europea Europa.
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